En mis pensamientos, tantas veces te pedí que te quedaras y tu insistías en irte. Ahora te pido que te vayas, que me dejes de perseguir, y a donde quiera que volteo ahí estas.

Eres como el herpes, cuando creo que te he erradicado de mi vida apareces de alguna u otra forma.

That's so you and me.

Tal vez nadie entienda, ni siquiera tu, porque me doliste tanto, te llore tanto y te espere tanto.

Comprendí que no vamos a estar juntos nunca, pero eso no importa porque me enseñaste mas cosas de todo lo nunca pude perder.

A pesar de que no fuimos novios, ni lo que tuvimos fue algo convencional que cualquiera pueda comprender, tu fuiste el primero que me hizo sentir que valía, que a alguien le importaba de alguna u otra manera. Por eso eras y seras tan especial para mi. Por eso no quería dejarte ir. Y en realidad no lo haré, te guardare en un pequeño rincón secreto, no para esperar que regreses sino para recordar que después de tanto tiempo de nadie verme, tu lo hiciste. Para recordar que me hiciste sentir algo de nuevo y que no todas las causas son perdidas.

Finalmente me di cuenta que es mejor así. No hubiera podido ser todo lo que tu querías. Buscábamos cosas diferentes. Sin duda alguna, en su lugar, hubiese disuelto esa vida dentro de mi.

A veces creo que aunque lo nuestro hubiera florecido, hubiéramos terminado en el mismo lugar en donde estamos ahora. O acabaría sin soportarte a ti y a tus derroches de ego.

No miento, en algún momento envidie todo lo que ella tiene ahora, deseaba ser ella, ocupar su lugar. Pero si bien se sabe de mi, se pasar de un extremo a otro en un parpadear.

Bien lo dijiste, puedo llegar a ser dañina pero no dudes, jamas dudes, que te ame sin razón ni motivo. Tanto que, por un tiempo, deje de ser yo por ti.

no hay nadie en los cafés repletos,

no te miento, no hay nadie.

Deja te digo que no soy yo la que te tiene aquí todavía, yo te rompí hace mucho en tanto pedazos que se perdieron. Es ella, esa niña que vive dentro de mí. Dice que regresarás, tantas veces la he regañado pero no hace caso, dice que lo siente, que te siente y que te quiere. Yo le digo que es sólo su imaginación y que se deje de cosas, pero entonces empieza a llorar y ya no se que decirle. A veces lo dice con tanta seguridad que hasta me convence.

Ese pequeño ingrato no había robado mi corazón,

logro meterse más allá, en un lugar de mi mente.

Después de tanto tiempo no lograba entender como

seguía flotando entre mis pensamientos.

Sólo eramos dos solitarios con la misma ilusión

que tratábamos de esconder frente al otro.

Nunca nos buscamos,

sólo sabíamos en donde encontrarnos.

Solíamos correr en círculos,

hasta que uno de nosotros encontró otra ruta.